La empresa que lo desarrolló es Shooting From The Air.
Es un vehículo aéreo no tripulado de rescate, capaz de despegar del agua.
Su nombre es Seadrone, y sus capacidades son asombrosas, como soportar condiciones climáticas extremas y operar en el Ártico.
El primer dron de rescate nacional se probó con éxito en el mar de Kara, donde se llevó a cabo el ejercicio para rescatar a un hombre que cayó al agua. En condiciones de niebla salina, viento fuerte y temperaturas bajo cero, un Seadrone detectó automáticamente a un hombre y regresó al escritorio de la embarcación.
Puede soportar temperaturas de menos 30 a más 55 grados Celsius sin sobrecalentarse o congelarse.
¡Una tecnología impresionante!